Firmar documentos es una acción tan vieja y cotidiana como la existencia misma de los documentos como soportes de información y prueba jurídica ya desde la antigüedad. Con ella, de hecho, nació la diplomática como disciplina, normalmente auxiliar a la diplomática, encargada de demostrar la fiabilidad y la autenticidad documental a través de los signos de firma y otras marcas físicas visibles. Pero con el paso del tiempo la tecnología ha avanzado y, ya a partir de la segunda mitad del siglo XX, y especialmente a finales, todo ha cambiado, precisamente debido a la llegada de internet y, con él, la adaptación de las administraciones públicas a medios electrónicos. Ello incluye ya firma, pues, hoy en día, ya es incluso cotidiana la posibilidad de obtener certificado electrónico online.
Certificado o firma, naturalmente. Cualquiera de las dos modalidades existe para proveernos de un medio digital cien por cien ligado a nuestra identidad y poder con él, en la distancia, desde casa o desde el trabajo, a través de un ordenador, un móvil o una tablet, firmar documentos sin necesidad de pedir cita y acudir en persona. En otras palabras, y sin llegar a ser realmente dramáticos porque es una realidad objetiva, la alternativa de obtener firma digital online se ha convertido en una revolución y ha facilitado nuestro día a día. Lo vimos durante los peores meses de la pandemia, cuando la prudencia aconsejaba no salir de casa pero, aun así, teníamos responsabilidades tributarias o de otra índole que cumplir.
Naturalmente, esto también significa que el futuro, con toda seguridad, acabará siendo cien por cien electrónico en cuanto a tramitación burocrática de documentos. No puede ni debe ser inmediato en consideración a aquellas personas mayores que, a diferencia de los nativos digitales, han vivido la mayor parte de su vida haciendo uso de medios analógicos de firma. Sin embargo, incluso esas personas pueden animarse a sacar certificado digital de persona física en algún momento de sus vidas; y, por fortuna, existen asesores y profesionales expertos que sabrán ayudarles en cada fase para que no les cause confusión. En conclusión, la firma digital es hoy muy esencial.