A pesar de los intentos de las compañías en prepararse para lanzamientos de productos, la primera actividad depende de las condiciones de los sitios para acomodarse a las directivas de los buscadores.
Las sugerencias más relevantes a las que arriban los usuarios dependen de las políticas de posicionamiento en buscadores; las características necesarias para llegar a esa posición, son diversas y no dependen de una acción aislada, es por ello que tales actividades se deben llevar por una empresa con experiencia, no sólo en las políticas de los buscadores que determinan la preferencia, sino también en las estrategias que sostengan tales políticas de manera que no se vuelvan inviables u onerosas para sostener en el tiempo.
La calidad de las actividades de posicionamiento depende de la acción que se realice de manera que la gestión administrativa de las mismas no sea superiores a los beneficios.
Se dice que cada vez que el algoritmo de Google cambia sus condiciones nada vuelve a ser como antes, tal afirmación es más o menos irreal, hay una base que Google ha sostenido a través del tiempo: la calidad de los contenidos.
Google entiende como calidad de contenidos a aquella que responde a los interrogantes de los usuarios y a la comparación semántica en referencia a la competencia.
En otras palabras: para enfrentar una estrategia de posicionamiento debe tenerse en cuenta los cambios de tendencias, los nuevos usuarios que crecen constantemente, los cambios de conducta de los usuarios sobre cómo intervienen en las consultas, todo ello implica una análisis de los contenidos, lo que nos lleva a un permanente cambio de paradigma comunicacional que tiene dos vías: una es la de investigar lo que el usuario consulta, otras es cómo construir el contenido para responder a esas necesidades.
La complejidad de las redes sociales ha generado el problema de la distinción de los clientes en el software; cuando Google cambia su algoritmo lo hace en respuesta a las tendencias.
Si bien Google ha manifestado en su base de información que sus algoritmos no tiene en cuenta los usuarios provenientes desde redes sociales ya que son manipulables y, esos accesos no representan realmente al cliente de un sitio, no se puede ignorar que el análisis de tendencias tiene por principal actor, precisamente a las redes sociales.
Si queremos influir en las búsquedas, podemos concentrarnos en realidad, en buenos contenidos, pero dónde colocarlos es algo que podemos aprovechar teniendo en cuenta un factor: el propio Google, los productos Google, no es que se vean beneficiados, si se puede sospechar de ello, pero sí podemos asegurar que contiene de primera mano, todos los procesos de distinción del buen contenido antes que cualquier otro producto.
Basado en ello podemos recomendar entonces instalas algunas actividades en productos Google.
Siempre bajo la perspectiva que lo que se quiere posicionar es un sitio, y que Google no utiliza a las redes sociales en sus acciones de accesos, parece poco aprovechable instalar sitios en redes sociales. Aunque algunos tienen la impresión de llamar la atención en ellas, el factor masivo se dará con el posicionamiento de un sitio, a las redes sociales se accede a un alcance a escala humana, la relación de aceptar o buscar amigos. Mientras que un sitio cuenta con un abanico amplio que no se circunscribe a los sitios y puede ser más masivo.
Entonces, los productos recomendados para actividades de difusión, al menos comienzan con Twiter y Blogspot y sitios ya posicionados por Google, como medios de prensa donde no haya pagos por clic (PPC), es decir, donde no se cobre por colocar un vínculo propio, ya que Google penaliza ese tipo de actividad.