in our time de Ernest Hemingway 4 8/27/2018
Danilo Albero Vergara escritor argentino
Literatura, relatos, ensayos literarios, novelas, literatura latinoamericana

En in our time de Ernest Hemingway 1, in our time de Ernest Hemingway 2 e in our time de Ernest Hemingway 3; escribí cómo el autor elegía para sus relatos hechos recientes de la Primera Guerra Mundial –de marcado registro épico, i.e.: la batalla del Marne para las tropas francesas en 'capitulo 1'; la de Mons para las británicas en 'capítulo 4' y 'capítulo 5'–, su experiencia personal como corresponsal, en el 'capítulo 3', o turista apasionado por el descubrimiento de la tauromaquia, en el  'capítulo 2'.

En estos dos relatos que presentamos a continuación, aparecerán otras fuentes de inspiración: el refritado de cables de prensa o noticieros de acontecimientos internacionales que conmovieron la opinión pública en el 'capítulo 6' y, mucho más importante, su experiencia personal en el frente italiano durante la Primera Guerra mundial en el 'capítulo 7'. Esta vivencia originó dos novelas: Fiesta (1926) y Adiós a las armas (1929). Por otra parte, 'capítulo 7' es la presentación en público de Nick Adams, de aquí en más protagonista de varios cuentos de Ernest Hemingway. Por último, en este relato aparece su 'historia oculta' del futuro carácter de Jack Barnes, principal protagonista de su novela Fiesta.

capítulo 6

Fusilaron a los seis ministros del gabinete a las seis y media de la mañana[1], contra la pared de un hospital. Había charcos de agua en el patio. Había hojarasca húmeda en el empedrado del patio. Llovía copiosamente. Todas las persianas del hospital fueron cerradas herméticamente. Uno de los ministros estaba enfermo de tifoidea. Dos soldados lo cargaron escaleras abajo y hacia afuera bajo la lluvia. Trataron de mantenerlo parado contra la pared, pero se sentó en una poza de agua. Los otros cinco se quedaron parados en silencio contra la pared. Finalmente, el oficial le dijo a los soldados que no era bueno tratar de hacerlo poner en pie. Cuando dispararon la primera descarga cerrada él estaba sentado en el agua con la cabeza sobre sus rodillas.

 

 

capítulo 7

 

Nick[2] se sentó contra la pared de la iglesia donde lo habían arrastrado para cubrirlo del fuego de ametralladora en la calle. Las dos piernas asomaban desmañadas. Había sido herido en la columna. Su cara estaba sudorosa y sucia. El sol brillaba en su cara. El día estaba muy caluroso. Rinaldi, de anchas espaldas, su equipo desparramado, yacía boca abajo contra la pared. Con ojos brillantes, Nick miró hacia el frente. La pared rosada de la casa del otro lado se había desplomado del techo y un retorcido somier de hierro colgaba hacia la calle. Dos austríacos muertos yacían entre los escombros, a la sombra de la casa. Más adelante en la calle había otros muertos. Las cosas mejoraban en el pueblo. Estaba yendo bien. Ahora los camilleros llegarían en cualquier momento. Nick giró su cabeza lentamente y miró a Rinaldi. "Senta[3], Rinaldi. Senta. Usted y yo hemos hecho la paz por separado." Rinaldi yacía inmóvil al sol respirando con dificultad. "No somos patriotas." Nick miró hacia otro lado sonriendo dulcemente. Rinaldi era un interlocutor decepcionante.

 

 

[1] Luego de que las tropas de Kemal Atatürk recuperaran la ciudad de Esmirna en 1922, comenzó la reconquista del territorio turco ocupado por Grecia tres años antes y la evacuación de ciudadanos de ambas nacionalidades –greco turcos hacia Grecia, ver in our time de Ernest Hemingway 2, nota al pie 2; y turco grecos hacia Turquía–. Ese mismo año un golpe militar depuso al rey Constantino I de Grecia a quien sucedió, por un breve período, su hijo Constantino II. Un nuevo comité revolucionario acusó de alta traición al último comandante militar en Asia Menor –territorio turco invadido en 1919- y a siete políticos y militares. El 28 de noviembre de 1922, 6 de los 8 condenados fueron fusilados a las 6:30. Uno de los primeros ministros ejecutados fue Dimitris Gunaris, que enfermó de tifus durante el juicio y necesitó de ayuda para desplazarse hasta el lugar de la ejecución –la 'historia oculta de este relato–. Es muy probable que Hemingway haya refritado despachos de prensa para escribir este relato; lo cual, de nuevo, revela  el ojo para seleccionar noticias o hechos que conmovían la opinión pública o estaban vivos en la memoria colectiva; puesto que el juicio del tribunal revolucionario fue una farsa, muy criticada a nivel internacional, de las autoridades griegas que buscaron tapar la humillación de su política exterior tras la frustrada invasión a Turquía en 1919.

Hemingway ya había usado este recurso de refritar cables de prensa en septiembre de 1923, cuando escribió para el Toronto Star una nota sobre el terremoto de Japón: Japanese Earthquake.

[2] Esta es la primera aparición Nick Adams –alter ego del autor–. Y en este breve relato ya aparecen algunos perfiles de Jake Edwards, protagonista de la novela Fiesta. Jake Barnes es un periodista norteamericano que había combatido en el frente italiano durante la primera guerra mundial. Durante esa contienda sufrió una herida que marca su tragedia personal como miembro de la 'generación perdida'. Si bien, cuando se comenta o analiza Fiesta, se dice que Jake Barnes ha quedado impotente como consecuencia de la herida, en la novela se da a entender que más bien había quedado emasculado –mutilación total o parcial del miembro viril y los genitales–; la misma herida que tuvo el 'Pichula Cuellar', ahora en fauces de un perro, protagonista del relato homónimo de Mario Vargas Llosa. En este relato, Nick Adams ha sufrido una herida en la columna que es otra variante de discapacidad o emasculación motora.

[3] Senta es el imperativo del verbo sentire (escuchar) en italiano: "Escuche Rinaldi".

 

 

 


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