La tecnología no sólo ha impactado en las formas de buscar inmuebles, sino también en facilitar la operatoria entre inmobiliarias y clientes.

Algunas inmobiliarias pioneras en capitalizar el uso y alcance la Internet, comenzaron a confiar operatorias mediante aplicaciones, ahorrando en un costo histórico de locales.

A los ya múltiples requisitos de formación del agente inmobiliario, se le suma la capacidad de gestionar aplicaciones que permiten llegar al cliente y entender sus expectativas en forma virtual.

Las aplicaciones son necesarias para enfrentar de modo masivo el alcance de las propuestas, pero la atención personal, es un plus, lo que antes se consideraba una condición necesaria, es actualmente, en algunos casos una imposibilidad, en otros un escollo, aunque sigue conviviendo con el método de atención personal.

Los usuarios, potenciales clientes cuentan con el dispositivo celular al alcance en cualquier momento y lugar, la tendencia es a evacuar rápidamente dudas y utilizar herramientas de comparación, es así que los locales de atención a los clientes se han reducido y atomizado, es mucho más viable estar en varios espacios geográficos, que aportan al significado de omnipresencia, que un espectacular local donde la cantidad de empleados da cuenta de la importancia de la inmobiliaria, éstos últimos, forman parte del pasado.

En la actualidad las inmobiliarias apuntan a la calidad del trato on line, a la atención al detalle teniendo en cuenta las consultas específicas de los usuarios, más que al despliegue de alternativas que permite el método presencial.

Los agentes inmobiliarios con gran experiencia, que deviene del antiguo método personal, encuentran una fuerte competencia en los jóvenes profesionales que gestionan aplicaciones, analizan tendencias y participan de forma on line, sin moverse de sus casas y en muchos casos, utilizar horarios más acordes a las tendencias de los clientes.

El viejo horario comercial está siendo poco eficaz frente a la superioridad atemporal de la navegación en las redes.

Los que no supieron adaptarse a esta nueva realidad notaron el impacto en las operatorias, cediendo ante la presión de un mercado masivo que prefiere la rapidez de los medios virtuales, en vez de las colas en los locales físicos.

Sobre todo en el mercado de alquiler vacacional, cuando hay intención de concreción rápida y por pocos períodos, lo que implica una gestión de reacción rápida en manejar la ocupación y desocupación en  términos de menos de un mes, lo que complica los controles, tanto del crédito de los clientes, como de la calidad de lo que se ofrece.

Este no es un cambio coyuntural o producto de decisiones políticas o económicas, es un cambio de los consumidores, en sus costumbres que implica una disponibilidad de información superior, rápida y que permite comparación entre ofertas.

Por la misma comodidad y tendencias, algunas inmobiliarias proponen aplicaciones, verdaderos sitios de gestión de ofertas que a su vez hace propuestas según las necesidades del cliente y análisis de tendencias.

La nueva modalidad ha provocado un desplazamiento de profesionales de lo presencial a las plataformas digitales.

Como todo cambio, afectará al manejo del sector inmobiliario que afecta más en los profesionales, los agentes inmobiliarios, en forma negativa, que a las operatorias en sí, que por el contrario, han aumentado.

El arribo de aplicaciones que complementan los recursos de las inmobiliarias es un hecho, las inmobiliarias pioneras, utilizaron las propuestas y crecen en sus negocios.

Teniendo en cuenta, que al menos por ahora, el uso de los sitios con las ofertas no pagan impuestos, ni usan tiempos de los profesionales o espacios físicos con el gasto de tiempo y servicios correspondientes, es de esperar que bajen los costos de mantenimiento del negocio inmobiliario lo que redundaría, en definitiva, en un beneficio para el cliente.

Como el sistema pone en tela de juicio la competencia entre inmobiliarias y dueños, la última palabra la tiene, como siempre, la experiencia, la calidad, la variedad que ofrecen las inmobiliarias, y con tanta inseguridad en operatorias virtuales, la mejo fórmula, es, como siempre, confiar en inmobiliarias con sitios que ofrecen plataformas de consultas y atención propia, en vez de ignotos sitios de dueños que son incomprobables.

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