El sector inmobiliario siempre sale a flote con nuevas estrategias cualquiera fuera las circunstancias a que se ve sometida. En la situación actual, la vivienda ha cobrado una importancia de primera necesidad, con características que seguramente se suman a las de la vivienda del futuro.

Los nuevos hábitos proponían una arquitectura que apuntaba a la integración del espacio familiar y el laboral, lo que ha demostrado ser una ventaja en la presente situación.

Las propuestas de inversión, han sumado algunas situaciones que se prevén ya se incorporan al hogar del futuro.

En la visión de algunas inmobiliarias desarrolladoras, ya desde la pesificación cuando se implementó el modelo económico de Fideicomiso, que devino del cambio de situación de pesificación, también la circunstancia de los nuevos hábitos generó que se incorporaran nuevas geografías, bajo características específicas de arquitectura y entorno; la naturaleza como principal factor y cercano a centros deportivos; los cambios de hábito no sólo eran tecnológicos sino también de modo de vida.

Estos factores se vieron concretados con los nuevos barrios privados en la zona sur, con tratamientos de suelos y entorno natural.

Vino la situación actual a poner en relevancia aquellos proyectos que ya en tendencia, aumentaron en el presente momento; con buena circulación, accesos y cercano a capital, provee condiciones de aislamiento y cuidados que lejos se estaba de imaginar que cobrarían importancia fundamental.

Las inversiones se han concentrado entre las criptomonedas, moneda extranjera e inmobiliarias, debido a que las bolsas y acciones de las empresas no encuentran el modo de paliar, al menos en lo inmediato, los efectos de la pandemia en la economía, y tal parece que la estela de ella será a mediano o largo plazo.

Lo que antes era inversión inmobiliaria se ha convertido en necesidad de inversión inmobiliaria. Más pronto que tarde el mercado se ha volcado al mantenimiento, lo que sostiene al sector de alquileres, con renovada actividad en la restauración de inmuebles usados.

El sector de la construcción no parece haberse detenido y puede notarse a simple vista el avance a pesar de la situación de cuarentena con la clasificación de esencial, no solo por la necesidad de vivienda, sino porque hay puntos en las mismas construcciones que no se puede detener o provocarían socavones que producen derrumbes.

El sector inmobiliario siempre ha sido capaz de dar respuesta a las situaciones económicas, en ésta está preparada para dar respuestas a la emergencia de sanidad; las nuevas localizaciones de barrios privados y abiertos de la zona de Ezeiza resultaron ser un proyecto más que adecuado y pasó la prueba de tiempo y circunstancias, los tiempos de aislamiento no afectaron el normal desenvolvimiento de las habitantes de los barrios, que ya contemplaba un cambio de vida saludable, de la mano de la naturaleza y con nuevas instalaciones que aportan al proceso de facilitar el mantenimiento y actividades ecofriendly.

El futuro ya llegó y los barrios de zona sur ya lo están viviendo. Las inversiones inmobiliarias se convirtieron en una ventaja.

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