El sector inmobiliario, con la ayudad de inmobiliarias emprendedoras, ha sabido sortear desde hace años los problemas de la realidad que se impone, no en un país, sino en el mundo, si algo ha enseñado las burbuja inmobiliaria al sector, es que los problemas ya no son locales, sino que la globalización produce impacto en todos los sectores.

Se comenzó a revalorizar las tendencias que se venían dando, los barrios cerrados, el agrupamiento en polos de negocios e industriales, el sistema de proveeduría exclusiva dentro de los barrios privados, compromiso con los proyectos de saneamiento ambiental, el ahorro en materiales que aplican no sólo al cuidado del entorno, sino también al ahorro en mantenimiento, infraestructura en el tratamiento de fluidos, dado el caso, cada vez más frecuentes de lluvias incontrolables, y los fáciles accesos desde el centro industrial de la capital porteña.

Todos aspectos que ayudan, junto con tecnología, como la Domótica a paliar la situación de emergencia sanitaria que transcurre el mundo.

Mientras en las grandes ciudades se prepara las reformular el estilo de vida, la situación está controlada en los espacios de barrios privados, desde la urbanización, arquitectura y cuidado del ambiente,  le incremento de áreas de vida saludable es una tendencia desde hace un par de décadas.

Inmobiliarias que se han comprometido con esta nueva forma de vida, hoy ven los frutos de esa importante decisión, aprovechas nuevas tierras, con bajo mantenimiento, ha sostenido en forma creciente la tendencia de los inversores y dueños a las nuevas localizaciones en zona sur.

La Domótica viene cobrando importancia para aquellas acciones y actividades de cuidado y administración, control de ingreso, seguridad, recursos energéticos, cuidado de los espacios comunes, ahora bajo la óptica de la emergencia sanitaria, la colaboración en el cuidado del entorno, responsabilidad de cada inquilino se ha vuelto una ventana primordial.

Minimizar el estrés de la convivencia se ha vuelto un factor importante, ya que el aislamiento produce un sentido de desconfianza respecto a los servicios de aseo y desinfección de espacios comunes.

La planificación incorporada a estos nuevos emplazamiento, desde antes de la situación actual, muestra su mejor aprovechamiento, ya entrenados en el cuidado ambiental, incorporar cuidados de higiene y aislamiento no ha sido tan difícil para estos barrios ya concebidos para la comodidad de los habitantes y el entorno.

La planificación previa, para la conversión urbanística, espacios en donde la naturaleza se tuvo en cuenta, las necesidades de los propietarios en cuanto a recursos energéticos, trabajo en casa y compartir con la familia, eran propósitos que se tenían como objetivo, que se cumplieron, y que en la actualidad vinieron a salvar las distancias que suelen producir las improvisaciones.

Los inversores y dueños que confiaron en estas nuevas propuestas que se dieron en los barrios de zona sur, tanto privados como abiertos, han demostrado ser un beneficio extra de cara a la nueva normalidad.

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